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lunes, 15 de diciembre de 2014

NO A LA GUERRA

Decía Carl von Clausewitz que "la guerra es la continuación de la política por otros medios". No seré yo quien apruebe esta frase tópica de este militar prusiano, pero si tiene algo de razón. la política es una confrontación, una pugna de ideologías y, por un ende, una batalla hegemónica donde los ejércitos nos son los soldados sino los argumentos.

Vivimos rodeados de violencia y de conflictos. Nuestra propia existencia es un conflicto ( aunque no sea armado). Sin embargo como comunista y humanista, no puedo defender las guerras porque siempre son por los mismos motivos. económicos, hegemónicos y egoístas. La amnesia colectiva que sufre la sociedad nos hace olvidar miles de conflictos que ocurren el mundo que parecen distantes gracias a los Medios de comunicación, quienes lo han convertido en un mero espectáculo deshumanizando al hombre y sembrando la indiferencia mientras el silencio imperante de la sociedad se convierte en un cómplice de estas matanzas.

A día de hoy, existen miles de conflictos olvidados y de justificaciones militares donde acudimos a una comedia donde el lenguaje ha sido pervertido a un extremo tal que distinguen con cinismo entre "guerras justas" e incluso "humanitarias" a las intervenciones de la OTAN en Libia, en Kosovo, en Ucrania o en Siria y califican de terrorismo a las guerras de los pobres, a la do los oprimidos como el caso de la guerrilla naxalita en la India.

La propia guerra es una actividad económica, ordinario de la vida. Requiere grandes inversiones, mucha fuerza de trabajo, industrias de vanguardia, financiación a largo plazo… La guerra no se improvisa, sino que necesita una planificación milimetrada que implica gestión económica especializada y recursos materiales tan gigantescos como firme sea la voluntad de victoria.

La guerra constituye un derrame permanente, una fuga de recursos hacia la destrucción –que es lo que en sí mismo significa- que dejan de ir a los destinos que tienen que ver con las auténticas necesidades humanas.

La guerra tiene costes explícitos que están vinculados a la destrucción, a la obtención del armamento y de todo lo que es necesario para llevarla a cabo y también derivados de las nuevas condiciones productivas que genera. Pero actualmente la naturaleza de la guerra ha cambiado y, por tanto, también cambian las relaciones entre ella y la economía.

LA GUERRA Y EL CAPITALISMO

La búsqueda del control y del dominio, a su vez, definen el carácter imperialista de las distintas civilizaciones (incluida la capitalista) que fueron marcando la evolución y el trazado de la historia humana a partir del dominio hegemónico.

Las distintas "civilizaciones" a lo largo de la historia no fueron producto de la libre creación del espíritu y de la mente humana, sino un emergente de estrategias y políticas orientadas a la conquista (militar, económica, política y social) de las clases más poderosas sobre los estamentos más débiles de la población humana.

La guerra, el uso y el control del poder militar, la capacidad de destrucción masiva, fue el factor primario que posibilitó (por medio de la conquista) que grupos reducidos de individuos (las "clases dominantes") impusieran su voluntad sobre las mayorías y las condenaran a la servidumbre y el esclavismo.

Desde la antigüedad, pasando por Grecia y Roma hasta el "sistema capitalista", las guerras fueron herramientas estratégicas (claves) para la construcción de los distintos sistemas de dominio basados en el control masivo de poblaciones para concentrar (por medio de la explotación del trabajo social) poder y riquezas económicas.

Históricamente, los "ricos" (la concentración del poder económico) no nacieron de un repollo, sino que son el emergente evolutivo y transformacional de un sistema de dominio del hombre por el hombre (el control y el dominio sobre los "pobres") que descansa en última instancia en la concentración del poder militar y en la capacidad para hacer la guerra.

La industria militar y la guerra en sí misma está ligada al proceso de acumulación de capitales a través de dos procesos básicos: el primero es el propio mecanismo de impulso de la plusvalía relativa como factor principal de reproducción del capital, en la medida que dicho impulso se basa en un proceso acelerado de desarrollo de las fuerzas productivas, teniendo a la ciencia como el elemento fundamental de dicho proceso. La aplicación de la ciencia al aparato productivo, a través de avances, inventos y nuevas máquinas que aceleran y elevan la productividad, permite un avance en el proceso de acumulación y una elevación de la producción de plusvalía. Ese estímulo científico en el capitalismo tiene en la industria militar el principal campo de operaciones que luego es trasladado a la industria civil. Un claro ejemplo de este proceso histórico es EE.UU. Los EE.UU. salieron de la II Guerra Mundial como la potencia hegemónica en la economía mundial. La guerra había sacado de la Gran Depresión a la economía estadounidense al suministrarle la demanda efectiva necesaria a través de un sinnúmero de pedidos de armas y tropas.

El capitalismo es guerra y la guerra es capitalismo en la medida que ésta actúa como el principal mecanismo de superación parcial de las crisis de capital y en elemento principal de desarrollo de la plusvalía relativa constituyéndose la industria militar, y los gastos derivados de ella, como el mecanismo fundamental de expansión capitalista.

LA OTAN COMO BRAZO ARMADO DEL CAPITALISMO Y EL IMPERIALISMO

El 30 de mayo de 1982 España ingresó en la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte). El fallecimiento del Dictador Francisco Franco dejó un enorme vacío de poder en el Estado español, sin embargo, el Caudillo lo dejó todo atado y bien atado para que su sucesor Juan Carlos I se erigiese como el nuevo Jefe de Estado de España. Ante esta situación, en la sociedad española se abrió un debate acerca de la siguiente cuestión ¿Reforma o Ruptura? De este modo, los políticos españoles comenzaron a trabajar en la Transición española para intentar reformar el país para convertir la dictadura en una "democracia" burguesa, pero no para romper completa y enteramente con el anterior régimen fascista. El gobierno de UCD comenzó en el año 1980 las primeras conversaciones para meter a España en la OTAN, sin embargo, fue Calvo Sotelo quién ingresó al país en el tratado noratlántico. El PSOE de Felipe González se opuso al ingreso en la OTAN y encabezó la oposición a ésta. Posteriormente, el PSOE de Felipe González obtuvo la mayoría absoluta en los comicios de 1986 y convocó un referéndum sobre la permanencia de España en la OTAN. Sin embargo, lejos de mantener la misma línea que tenían en la oposición, Felipe González pidió reiteradamente el (Sí) por la permanencia de España en el tratado demostrando que la palabra y las ideas de éstos no valen nada.

La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) fue creada en 1949 por los EEUU y otros países capitalistas con el objetivo de frenar la influencia de la Unión Soviética en Europa. Su objetivo y la causa principal de su creación fue la de evitar cualquier posibilidad de revolución socialista por parte de la clase obrera en sus distintos países tras la derrota de los regímenes nazis y fascistas en la Segunda Guerra Mundial, derrota que fue posible sobre todo por el enorme esfuerzo realizado por la Unión Soviética, el Ejército Rojo, los millares de partisanos europeos y los distintos Ejércitos de Liberación, como el yugoslavo. Así pues, el origen y la causa de la OTAN son claramente reaccionarios.

La OTAN es el brazo armado del imperialismo, quien en su crisis estructural ha declarado la guerra al mundo, bien participando de forma directa como en Yugoslavia, Libia, Afganistán, Irak o Siria, bien de forma indirecta como en Yemen u otras zonas del planeta.  Desde entonces, no sólo se ha entrado bajo el "paraguas" de la Alianza Atlántica sino que el ejército de la rojigualda y el toro ha participado activamente en operaciones militares y, incluso, ha acogido algunas bases de esta estructura bélica en territorio soberano español, una soberanía, todo sea dicho, que sólo es efectiva para anular los derechos de los pueblos oprimidos, pero no para impedir la actuación ejércitos extranjeros sin autorización ... pero esa es otra cuestión.

La actuación de la OTAN, en los diversos escenarios donde ha intervenido o interviene, ha provocado auténticas tragedias humanitarias: millones de víctimas mortales y de personas desplazadas, países totalmente devastados, expoliación de recursos por parte de las multinacionales, robo del patrimonio cultural e histórico o el resurgir de la esclavitud, como es el caso de Libia; etc.

La OTAN tiene 1000 bases repartidas por el mundo, 765 son bases militares y el resto trabajan para su servicio de inteligencia. El papel de estas bases es, geográficamente, de una importancia estratégica, y desde ellas se organizan, prepararan y lanzan ataques allá donde los intereses de las oligarquías imperialistas, lideradas por los EEUU, quieran apropiarse de los recursos naturales de los pueblos de Oriente Próximo.

Además, estas bases militares juegan un doble papel, pues sirven de retén continuo frente a cualquier posible situación de conflicto interno para reprimir cualquier reivindicación de la clase obrera y sectores populares que afecte a los intereses de la oligarquía.

Hace muchos años que en referéndum se aprobó la entrada del Estado español en la estructura de la OTAN. Desde entonces, no sólo se ha entrado bajo el "paraguas" de la Alianza Atlántica sino que el ejército de la rojigualda y el toro ha participado activamente en operaciones militares y, incluso, ha acogido algunas bases de esta estructura bélica en territorio soberano español, una soberanía, todo sea dicho, que sólo es efectiva para anular los derechos de los pueblos oprimidos, pero no para impedir la actuación ejércitos extranjeros sin autorización ... pero esa es otra cuestión.

El caso es que la OTAN, plenamente instalada ya en nuestro país, no ha conseguido nunca tener una opinión pública favorable, a pesar de los esfuerzos de nuestra clase política. De hecho, desde que la guerra de Afganistán está en marcha, la OTAN, como institución, ha preferido mantener un perfil bajo, seguramente por vergüenza del fracaso bélico, que sólo se ha visto alterado por la aparición de Wikileaks y sus cables, que han venido a ratificar lo que ya se sospechaba de la evolución del conflicto: un verdadero desastre.

Teniendo en cuenta estos antecedentes, es especialmente sorprendente que el Secretario General de la OTAN, el danés Anders Fogh Rasmussen, haya botado la escena pública con unas declaraciones sobre la revuelta popular egipcia y, por extraño que pueda suponer, no todas eran relativas cuestiones geoestratégicas. Por supuesto que no ha desaprovechado la coyuntura para reclamar un aumento en el gasto militar a los gobiernos europeos, pero lo más relevante, por inaudito, es que, además, en haya advertido de unas graves consecuencias para la Europa occidental, ya que la inestabilidad en el norte de África y Oriente Próximo se puede traducir en un repunte de la inmigración.

Rasmussen, de la escuela neoconservador europea, sabe perfectamente que es un argumento con un buen auditorio desde los televisores de occidente, pero era necesario que el secretario general de la OTAN lo dijera? Seguramente no, pero es una muestra de la preocupación que entre las esperas militares y políticas ha provocado esta revuelta popular. Sabemos de sobra que estos regímenes eran títeres de Occidente, que eran los aliados indispensables para, por ejemplo, mantener la actual situación en los territorios ocupados de Palestina. Pero las revueltas populares se han hecho en nombre de la democracia, sin grandes proclamas religiosas y, por tanto, son difícilmente condenables por Occidente-aunque el propio Rasmussen no ha dudado en descalificarlas como "disturbios".

Nuestros dirigentes, fervientes defensores de la democracia y los derechos humanos cuando se refieren Irán o Cuba, no han podido defender ahora unos dirigentes que hasta hace días eran estrechos aliados. La fuerza de los acontecimientos ha obligado a los políticos de aquí destronar a los títeres a apoyar a los sublevados. Así pues, la transición a Egipto inevitable, como ha sucedido en Túnez, y ahora todo lo que importa es saber cómo será la transición y que vendrá después.

La administración estadounidense prefiere una transición a la española, con un dictador esperando la muerte en algún confortable cama de un hospital egipcio, sin grandes rupturas, sin grandes concesiones a las masas. Y por descontando, la Unión Europea, aunque no lo manifieste explícitamente está de acuerdo. Pero en el escenario internacional es difícil mover ficha sin una cierta complicidad interior y, por eso hay, fomentar el miedo y despertar los instintos más atávicos de los votantes. De ahí que la OTAN se preocupe tanto por una cuestión aparentemente tan "social" como la inmigración. Qué lejos queda la guerra fría, cuando cada disidente que cruzaba el telón de acero era recibido como héroe!

O quizás en equivocamos y hay una nueva orientación metodológica. Quién sabe si a partir de ahora las intervenciones humanitarias a que nos tiene acostumbrada la OTAN deberán realizarse en Europa occidental, desplegando su gran altruismo para ayudar a los miles de inmigrantes que llegarán a nuestras playas huyendo de los "disturbios" y buscando un futuro mejor en la tierra de la "democracia". O aún más, quizás, en su afán por protegernos, la OTAN acabará por hacer lo que la población europea somos incapaces de hacer: derribar los dirigentes políticos corruptos y autoritarios que hasta hace poco protegían los dirigentes corruptos y autoritarios de Egipto y de Túnez. Al fin y al cabo, la OTAN está para protegernos.

LA POESÍA ES UN ARMA CARGADA DE FUTURO

Hoy me he levantado al sentir una la explosión
Al salir a la calle sólo veía muertos en derredor
mientras los jinetes del apocalipsis cabalgaban
destruyendo con sus caballos todo lo que amaba

Grupos de militares patrullan la ciudad
En busca del supuesto enemigo
Sé que estoy perdido
en una espiral de odio y necedad
con mis amigos y familiares desaparecidos

El sida, el cólera, el odio y la peste
va sembrando mientras galopa
en su caballo negro la muerte
que en su camino todo arrasa y destroza

Pero un día mi sueño se cumplirá
Gritaremos NO A LA GUERRA en cualquier lugar
Manchado de sangre está el estado militar
He aquí el cinismo de la humanidad

Ojalá la única guerra fuera la lucha de clases
ojalá solo existieran en la novelas y en los cuentos
ojalá no existieran los militares y sus bases
ojalá nunca hubiera por fusiles muertos

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