¿POR QUÉ ESCRIBIMOS?

AL NO PODER ACEPTAR QUE SOMOS LIBRES EN JAULAS, NOS MOVEMOS EN MUNDOS DE PALABRAS QUERIENDO SER LIBRES

TRADÚCEME

COMPAÑEROS DE LUCHA EN PLUMA AFILADA

AVISO TODOS LOS TEXTOS ESTÁN REGISTRADOS

Blog bajo licencia Creative Commons

Licencia de Creative Commons

TODOS LOS TEXTOS ESTÁN REGISTRADOS

POEMAS, CUENTOS Y ESCRITOS REVOLUCIONARIOS DE DANIEL FERNÁNDEZ ABELLA is licensed under a Creative Commons Attribution-NonCommercial-NoDerivs 3.0 Unported License. Para utilizar primero y siempre sin ánimo de lucro ha de consultar al autor. Daniel Fernández Abella todos los derechos reservados.

martes, 15 de noviembre de 2011

LA GUERRILLA

Amanecía. Los rayos del sol lamían lentamente las piedras que salpicaban las faldas de las montañas, despertando al viento que soplaba, juguetón, creando una suave brisa que agitaba el césped y las hojas de los árboles, elaborando una armonía natural de paz y tranquilidad.

Pero, a pesar de la atmósfera reinante, la realidad distaba de ser tranquila. Al contrario, entre las matas de los árboles del territorio, camuflados entre el verde espesor del bosque, había un grupo de personas armadas. Algunos eran campesinos que habían abandonado sus tierras y se dedicaban al pillaje; otros eran vagabundos; otros, ladrones, fugitivos de la justicia.

Eran una mezcla variopinta de razas: había gente de piel tostada por el sol del sur, curtida por el trabajo como jornalero, gente de tez pálida, e incluso, negros de las regiones más meridionales. Todos eran nadie y uno al mismo tiempo. Todos unidos bajo un mismo estandarte, portando un mismo ideal. las razones que les habían llevado unirse eran variopintas, pero el fin era el mismo: romper con su pasado.

Eran la Guerrilla.

Perseguidos, proscritos... Todos ellos llevaban el rostro cubierto por pasamontañas o pañuelos negros. Silenciosos, avanzaban lentamente cada uno con su fusil y su equipaje. Nadie pregunta sobre el pasado, ni épocas lejanas. No era relevante. Eran todos hermanos. No conocían sus verdaderos nombres, ni sus antiguas vidas. Pero todos ellos se cubrían las espaldas.

Desterrados de su Patria natal, abandonados a su suerte tras años de fidelidad distintas banderas, a distintos señores… alejados de la familia, del hogar, de un fuego acogedor, de un pan diario y de una bolsa de monedas. Todos huían de algo: de la persecución, de su pasado, de su propia historia... Habían encontrado su salvación entre los guerrilleros. Era su nueva familia, su nueva oportunidad. una necesidad imperiosa.

Fundidos con sus uniformes entre la maleza, eran casi indistinguibles. Pasaban inadvertidos entre las jungla y la vegetación.  Todos portaban un distintivo: llevaban boinas negras con una estrella roja y llevaban cosido una bandera con una estrella roja en las chaquetas.

Cantaban una alegre melodía que se camuflaba con el viento, traspasando montes y ciudades.
Así decía la canción:

Somos desterrados
Por nuestra patria
Caímos en desgracia
Pero nos hemos levantado
No seguimos ya la antigua bandera;
Seguimos al pueblo
Al que volvemos
En esta nueva era
Sirvámosle con honor
Sin distinguir
Raza, credo o color
Pues hay una meta final:
La igualdad
Mediante revolución
La sintonía calentaba el ánimo y la sangre de aquellos que luchaban por sus ideales. Como es bien es sabido, la lírica es necesaria como el pan de cada día, porque sin ella los ejércitos no avanzan ni consiguen sus objetivos.  Como una consigna que se repite y alienta a tomar las armas y saber por qué luchar y por qué dar la vida .La melodía se fundía con el viento, llegando al corazón del guerrillero, proporcionándole calor y vida para seguir en combate, creando una ola que seguía creciendo y no pararía nunca. 

Pasó el tiempo y la guerrilla despareció. Muchos cayeron en emboscadas, otros muchos fueron perseguidos y asesinados. Pero, sin embargo, consiguieron su objetivo: derrocar ese gobierno corrupto y servil y aunar a todo el pueblo bajo una misma bandera. El dictador había pedido asilo al mismo gobierno extranjero que le había colocado para defender sus intereses económicos. el país amanecía bajo un nuevo sistema, bajo un nuevo régimen. La guerrilla había tomado el poder y se había disuelto.


No hay comentarios:

Publicar un comentario